“A piedi nudi sul prato”: a luglio libera i tuoi piedi con massaggi e camminate meditative.

“Descalzo sobre la hierba”: libera tus pies en julio con masajes y paseos meditativos.

El verano ya se siente en todas partes: las escuelas están cerradas, las vacaciones han comenzado, la gran emoción en las calles, el calor, los colores vivos, los olores de flores y frutas maduras, la luz que nos acompaña hasta la noche.

También sentimos el deseo de hacer, la energía dinámica, la alegría de este renacimiento creciendo dentro de nosotros.

El yoga también nos acompaña en esta fase del ciclo anual y con sabiduría milenaria nos hace empezar de nuevo desde nuestras raíces: los pies.

Respiración de montaña clara, yoga en tres picos, dolomitas, bonel misurina

Los pies son testigos del camino recorrido hasta ahora y de las infinitas posibilidades por explorar en el futuro.

Son los más alejados de nuestra mente, a menudo los olvidamos o los encerramos en la oscuridad dentro de zapatos incómodos durante demasiado tiempo.

Pero siempre están ahí, humildes, en contacto con la tierra, dispuestos a sostenernos en cada paso. Nos recuerdan la importancia de encontrar el equilibrio entre quedarse, el arraigo, el descanso y el ir, la libertad, la aventura de la exploración.

Te proponemos un momento sencillo para vivir cuando quieras , dejándote en las siguientes líneas las indicaciones para hacer de tus pies los protagonistas y dedicarles atención y energía.

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Primero que todo, démosles algo de tiempo y atención. ¡Vamos a liberarlos! Nos quitamos los zapatos y los calcetines y, sentados cómodamente, los observamos. Podemos masajearlos empezando por los tobillos. Procedemos a tratar un pie a la vez: frotamos toda la parte posterior del pie, los arcos interno y externo. Dibujamos círculos con los pulgares por toda la planta del pie. Usando los nudillos, golpee toda la superficie y luego masajee un dedo a la vez, comenzando por el dedo gordo. Para cada dedo: rotarlo en ambas direcciones (como si quisiéramos dibujar círculos), girarlo (como si quisiéramos desenroscarlo) y tirar de él (como si quisiéramos despegarlo). Finalmente pasamos a agarrar el tobillo con ambas manos y sacudimos el pie manteniéndolo suave y pasivo.

Con los ojos cerrados observamos la diferencia, registramos las sensaciones y repetimos del otro lado.

Ahora nuestros pies están vibrantes de energía, están respirando nuevamente, están listos para caminar conscientemente .

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¿Qué significa caminar con atención?

A menudo caminamos con el único propósito de ir de un lugar a otro. ¿Pero dónde estamos mientras tanto?

Nuestros pensamientos vuelan hacia el pasado o nuestra mente nos hace preocuparnos por la próxima cita.

Si este verano te apetece dedicarte algo de tiempo a ti mismo, te gustaría acercarte a la meditación, pero te asusta la idea de quedarte quieto… ¡entonces esta práctica es para ti!

Siempre me ha gustado caminar y cuando descubrí a Thich Nhat Hanh mi pasión adquirió una nueva perspectiva y significado. Este monje budista zen vietnamita nos dejó numerosos escritos sobre la respiración, la conciencia y la meditación. Según Thich Nhat Hanh, uno no hace meditación, sino que está en meditación. Este estado se puede alcanzar en cualquier momento de nuestro día, incluso el más aparentemente banal.

El secreto es hacer esa cosa (desde respirar hasta lavar los platos) con todo nuestro ser, con toda la consciencia y presencia posibles.

El Maestro ama profundamente la Naturaleza y a menudo ha llamado la atención sobre el "arte de caminar".

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Nos recuerda que al principio de nuestras vidas, cuando apenas habíamos aprendido a caminar, lo hacíamos sólo por hacerlo. Caminamos y descubrimos cada momento, mientras avanzábamos hacia él. Esta es la invitación que os extendemos hoy: a reaprender a caminar de ese modo.

El ejercicio es sencillo y se puede realizar en cualquier momento y en cualquier lugar: en casa, mientras hacemos la compra, de camino al autobús. Tan sólo 5 minutos de caminata consciente son suficientes para encontrar beneficio, reconectar con el momento presente y sentirnos plenamente dentro de nosotros mismos. Con cada respiración, con cada paso “volvemos a casa”, recordamos que tenemos un cuerpo, nos despedimos de él y redescubrimos que es una maravilla.

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Me gusta practicarlo descalzo en la naturaleza, si estás en la playa o en un hermoso césped verde y tienes la posibilidad te invito a que lo pruebes... cada sensación se amplificará y seguramente descubrirás algo nuevo sobre el mundo dentro y fuera de ti.

  • Comencemos llevando toda nuestra atención al pie que toca el suelo, a la planta del pie y al movimiento que realizamos con cada paso.
  • Vamos a disminuir el ritmo y tratar de aligerarlo. Como dice Thich Nhat Hanh, es como si nuestros pies besaran suavemente la tierra.
  • Intentemos ahora sincronizar el ritmo con la respiración. Intentamos dar el mismo número de pasos en la inhalación que en la exhalación (por ejemplo 3 pasos en la inhalación y 3 pasos en la exhalación) intentando ir incrementándolos gradualmente.
  • Manteniendo los ojos abiertos en actitud de asombro podemos detenernos frente a algo que llame nuestra atención, tocarlo, olerlo,  en contemplación consciente.

Puedo continuar mi caminata meditativa durante el tiempo que quiera. Puedo intentar cambiar el ritmo, caminar hacia atrás o cerrar los ojos. Será divertido experimentar con diferentes tipos de terreno, temperaturas y desniveles, redescubriendo la misma alegría de nuestros primeros pasos, cuando éramos niños y jugábamos con el equilibrio.

Al principio nos resultará difícil mantener la atención en los pasos, nuestra mente intentará llamarnos de nuevo al orden para mantener, como siempre, el centro de la escena. Permanecemos flexibles, observamos el pensamiento que llega y lo dejamos ir, para luego continuar nuestro camino.

Poco a poco podremos dedicarnos cada vez más tiempo a nosotros mismos, disfrutando de nuestros pasos y de nuestras respiraciones. Sin ninguna pretensión de llegar los primeros, de llegar a un lugar específico, simplemente sentiremos como si hubiéramos llegado a cada paso.

"Cuando caminamos con atención plena, nuestros pies masajean la Tierra. Con cada paso plantamos semillas de alegría y felicidad. Con cada paso florece una flor."

Thich Nhat Hanh

¡Buenas respiraciones y buen viaje!

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" Y como las semillas sueñan bajo la nieve, tu corazón sueña con la primavera ." - Khalil Gibran

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