
BonPills: El poder de la memoria olfativa
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El olfato es el más antiguo de los cinco sentidos y está indisolublemente ligado a las áreas primordiales del cerebro que a su vez regulan las emociones humanas y los instintos primitivos.
Con el paso de los años, la importancia del olfato ha quedado eclipsada por los sentidos de la vista y el oído , que nos permiten recuperar información más inmediata y directa , hasta el punto de que el olfato se ha convertido efectivamente en un “sentido auxiliar” de menor importancia.
A pesar de ello, aunque no nos demos cuenta , el olfato juega un papel protagonista en nuestra vida cotidiana e influye en diversos aspectos y comportamientos del hombre, gracias al estrecho vínculo entre este sentido y nuestras emociones .
La memoria olfativa es el fenómeno que nos permite recordar emociones, sensaciones, estados de ánimo o recuerdos tras entrar en contacto con un olor concreto que despierta algo en nosotros.
Recordar vívidamente una experiencia después de haber percibido un determinado olor o sabor es un fenómeno extremadamente común y fascinante llamado el “ Síndrome de Proust ”, quien en su obra maestra “ En busca del tiempo perdido ” escribió lo siguiente:
«Y enseguida, maquinalmente, oprimido por el día sombrío y la perspectiva de un mañana triste, llevé a mis labios una cucharada de té en la que había dejado un trocito de magdalena para ablandar. Pero en el mismo momento en que ese sorbo mezclado con las migajas del pastel tocó mi paladar, salté, atento a algo extraordinario que sucedía dentro de mí. Un placer delicioso me había invadido, aislado, sin noción de causa (...) y de repente me apareció el recuerdo. Aquel sabor era el mismo que el de aquel trocito de magdalena que, los domingos por la mañana, en Combay, cuando iba a darle los buenos días a su habitación, me ofrecía mi tía Léonie, después de haberlo mojado en su infusión de té o de tila. "La apariencia de la magdalena no me había recordado a nada antes de probarla".
A primera vista puede parecer más una sensación gustativa que olfativa , pero en realidad el aroma de los alimentos está determinado en gran medida por los receptores olfativos , que contribuyen a definir los sabores a través de la percepción retronasal.
Desde la infancia, nuestro sistema olfativo procesa y cataloga todas las moléculas olorosas con las que entramos en contacto. La zona del cerebro que procesa las experiencias olfativas es el sistema límbico , que está directamente conectado con:
- Nuestras emociones - la amígdala
- Nuestra memoria - hipocampo
Por ello, cada olor está asociado a una emoción o a un recuerdo, permitiéndonos reconocer lo que nos gusta, lo que nos desagrada, nos repugna o nos pone en peligro.
¿Quién no ha sentido alguna vez un determinado olor y ha recordado intensamente esa época y las emociones asociadas a él? Por ejemplo, me pasó que olí un perfume que usé hace unos años y me transporté a mis días de universidad con el examen de química/física a la vuelta de la esquina.
Por último, la memoria olfativa está vinculada al Scent Marketing , la rama del marketing que estudia la influencia de los olores en las elecciones del consumidor.
Dra. Federica D'Incà - Máster COSMAST en Ciencias y Tecnologías Cosméticas
“Toda mujer tiene derecho a ser bella” – Elizabeth Arden