
Una breve introducción a la aromaterapia
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Durante mucho tiempo, la gente ha destilado y procesado partes de ciertas plantas para extraer sustancias que creían que eran poderosas curativas: los aceites esenciales se obtienen por destilación o incluso por otros procesos más complejos de partes específicas de la planta como la corteza, las flores, las hojas, las raíces, las semillas y otras partes.
Se producen prácticamente en todo el mundo, por ejemplo el aceite esencial de menta verde es originario de América, el aceite esencial de manzanilla de Inglaterra, el aceite esencial de bergamota de Italia, el aceite esencial de rosa de Damasco (muy preciado y muy caro) de Bulgaria, etc. Se estima que existen medio millón de especies de plantas en el mundo, de las cuales al menos 300 se utilizan para producir aceites esenciales utilizados en la aromaterapia moderna .
Los aceites esenciales pueden tener múltiples usos tanto desde el punto de vista fisiológico como, sobre todo, desde el punto de vista psicológico. La parte psicológica está conectada con el sentido del olfato y el sistema nervioso central. Según el Dr. Alan Hirsch, de la Smell and Taste Research Foundation de Chicago, si diez minutos antes del despertador el aire se llenara de un aroma estimulante nos despertaríamos sin necesidad de despertador y, de nuevo, si en el trabajo perfumáramos el ambiente con perfumes específicos como aceite esencial de limón o menta estaríamos más concentrados y activos.
Otra cosa que descubrió el profesor es que la gente juzga que cualquier producto tiene mayor valor si se compra en un lugar que tiene un olor agradable. Según la revista Commerce Magazine , la presencia de un aroma agradable en las tiendas induce a los clientes a permanecer allí un 16% más y a aumentar el crecimiento del ticket medio del 10 al 20% .
La ciencia lleva años utilizando la aromaterapia: los aromas pueden mejorar el rendimiento y la capacidad de aprender y recordar, pueden alarmarte, hacer que te relajes o cambiar tu estado de ánimo en el momento en que los hueles. La razón es que las moléculas odorantes se conectan con las células receptoras del bulbo olfativo, que a su vez tienen extensiones que llegan hasta el cerebro.
El olfato es uno de los medios por los cuales el cerebro interactúa con el mundo exterior. La parte del cerebro más implicada en la estimulación de las moléculas olorosas es el sistema límbico, hogar de nuestras emociones y lugar donde residen todos nuestros recuerdos vinculados a la Memoria Olfativa, que consiste en la correspondencia de un estímulo oloroso con una imagen emocional .
Los aceites esenciales de bergamota, limón, pomelo y geranio son perfectos para promover pensamientos alegres y despreocupados, como unas vacaciones en la costa del sur de Italia.
Los aceites esenciales de mandarina, limón y menta son excelentes para ayudar a concentrarse y enfocarse, mientras que los aceites esenciales de lavanda y manzanilla son excelentes para relajarse después de un duro día de trabajo.
Si queremos apoyar el sistema respiratorio durante los meses de invierno, se recomienda la vaporización de aceites esenciales de pino, tomillo, abeto, eucalipto y romero.
También es estupendo perfumar cada estancia de la casa con un aceite esencial diferente: la cocina y el baño, por ejemplo, son ambientes muy delicados que deben mantener un cierto nivel de higiene y donde por ello se recomienda vaporizar aceites esenciales con propiedades antimicrobianas como el eucalipto, el abeto, la menta y el árbol del té. Las habitaciones se pueden perfumar según el gusto con aceites esenciales cítricos para estimular el buen humor o con aceites esenciales calmantes para relajarse mejor.
Cada entorno trae consigo necesidades diferentes y es justo que cada ambiente esté perfumado para conciliarlas.
Dra. Federica D'Incà - Máster COSMAST en Ciencias y Tecnologías Cosméticas
“Toda mujer tiene derecho a ser bella” – Elizabeth Arden