
¿Qué es la “textura”?: la sensorialidad del producto cosmético
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¿Alguna vez te han dicho cuál es la primera regla de un cosmético?
¡La primera regla para garantizar la eficacia de un producto cosmético es aplicarlo regularmente ! Por eso la textura , o el conjunto de características táctiles de un producto , es tan importante.
La eficacia del cosmético viene dada por tanto por el conjunto de efectos funcionales, aportados por las sustancias activas, y por los efectos sensoriales que determinan su agrado y sensorialidad óptima para el consumidor y en consecuencia su aplicación constante.
Las texturas cosméticas son muchas y siempre en evolución, a continuación presento un diagrama sencillo para reconocer las principales tipologías:
El análisis sensorial de un cosmético, que incluye el análisis del agrado de la textura, se realiza en diferentes momentos:
Si colocas el cosmético entre tu dedo índice y pulgar y los junta y separa, ¿cómo se ve? ¿Es pegajoso o se está derritiendo? ¿Se necesita mucha fuerza para separar los dos dedos? ¿Se forman cuerdas cuando separas los dedos?
- sensación acuosa : sientes un efecto húmedo durante las primeras cinco rotaciones;
- Sensación de frescor : se siente un efecto “fresco” durante las cinco primeras rotaciones;
- Sensación aceitosa : se siente una sensación de riqueza en el producto cosmético pero aún así una suavidad agradable;
- Sensación grasa : hay una sensación de riqueza en el producto cosmético y de suavidad muy limitada.
- sensación de residuo aceitoso : la piel se siente brillante y no pegajosa;
- sensación de residuo graso : la piel aparece ligeramente opaca y se siente una sensación pegajosa;
- Sensación sedosa : no se nota ningún residuo, como si no se hubiera esparcido nada. Esta sensación es típica de las texturas sedosas y acuosas.
El formulador modula los dos primeros parámetros con la elección de los aceites y la sensación final con la elección del emulsionante , la molécula que permite la unión y estabilización de las fases acuosa y oleosa en las emulsiones.
La tarea del formulador cosmético es por tanto modular estos componentes para obtener una textura y una sensorialidad lo más agradables posibles para el consumidor y que le permita aplicar el producto constantemente, como un abrazo.
Dra. Federica D'Incà - Máster COSMAST en Ciencias y Tecnologías Cosméticas
“Toda mujer tiene derecho a ser bella” – Elizabeth Arden